Si quieres creer en algo, cree en ti

Hola, soy Malen

Terapeuta Holística

Aunque esta descripción es solo una pequeña parte de lo que define realmente quién soy. No considero lo que hago como un trabajo sino como parte de mi propósito de vida: poder ayudar siendo canal/puente entre los maestros, los guias y todos aquellos seres de luz que deseen comunicarse contigo a través de una maravillosa experiencia de autoconocimiento, introspección, apertura y amor.

Siento profundamente en mi corazón, que este encuentro implica ir hacia las profundidades de uno mismo para encontrar quién está allí, qué más hay en todo lo que vives y te sucede para darle un enfoque que te permita comprender que tú eres el creador de tu realidad.

También mis sesiones de reiki y sanación, mis trabajos a través de los pensamientos y las formaciones que hago constantemente son para poder crecer personalmente y brindar cada día un mejor acompañamiento para que tú finalmente descubras todo lo que eres, que tienes el poder de transformar tu vida y de abrazar y aceptar cada parte de ti sin resistirte más ni enojarte contigo.

Malen_reiki en el mundo-02

Transmitirles parte de lo que soy o cómo comencé este camino me conduce a mirar la transformación que implicó en mí poder hoy ser canal o, como digo yo, puente de puentes.

Comencé canalizando, recibiendo información, desde muy pequeña. Siempre tuve una sensibilidad muy grande y una percepción igual de grande; ya a mis 3 años veía seres, los dibujaba y tenía grandes reflexiones que claramente no venían de mí. Con el paso de los años escribía todo lo que recibía sin siquiera saber lo que estaba haciendo.

Sentía que la información llegaba y yo la volcaba en un papel para poder compartirla y transmitirla a todos. A medida que fui creciendo no solo recibía información sino que también me comunicaba con seres, familiares fallecidos y

“viajaba” a través de la meditación a otros planos donde no solo observaba el “otro lado” de un mundo maravilloso que desconocemos pero que está tan presente como todo lo que vemos, escuchamos y tocamos; sino que también recibía más y más información.

Mi abuelo fallecido cuando yo tenía 13 años fue el que me acompañó por 11 años como mi guía espiritual junto con otros guías y ellos comenzaron a transmitirte, a mostrarme y ayudarme a confiar en mí para que yo hoy pueda estar brindando todo esto al mundo.

Para mí todo este proceso implicó dejar de lado la mente, aceptarme tal y como soy, amarme, respetarme y no dejar nunca de aprender, de observarme y de sorprenderme.

Lo más importante para mí es saber que lo que hago lo hago con total amor, entrega y pasión. En el momento que me dispongo como canal para recibir información para mí o para otra persona, me entrego completamente a la experiencia para hacerla lo más pura.

Tuve que pasar por mis miedos, inseguridades y romper con muchas de las estructuras y creencias impuestas por la sociedad, por mi familia y por mí misma para abrazar e integrar todo lo que me compone y, a la vez, me permite ayudar a que otros puedan encontrarse, reconocerse, desconocerse para luego volver a conocerse y así asumir el poder que tienen como creadores de la realidad. Lo más maravilloso para mí de todo lo que viví y vivo es que nunca dejo de aprender, de crecer, de conectar y de SER.

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